miércoles, 21 de abril de 2010

La importancia del deporte en la educación para Platón y Aristóteles

Uno de los filósofos más excelsos de la humanidad, Platón, nos legó su manera de pensar en esta imagen: "El hombre es el conductor de un carro que arrastran dos caballos. Uno de ellos tiene alas y busca continuamente llevar el carro por el camino del cielo, que es de donde procede. El otro, aferrado a la tierra, de donde ha salido,clava en ella sus cascos, como garras. Es preciso que el conductor logre dominar estas dos fuerzas discordes, que tenga en sus manos estas energías contradictorias y que, finalmente, obligue a los caballos a llevar el carro, sin sacudidas ni choques, hasta el final del camino de la vida."

En otro lugar añade: "El cuerpo humano, que encierra nuestra alma, es un templo en el que se aloja un destello de la divinidad. Hay que embellecer este templo por medio de la gimnasia, para que Dios se encuentre bien en él."

Para Platón los deportes, la educación física, eran una parte esencial de la educación integral, como la concite hoy el hombre moderno. Ya el filósofo griego definió la educación perfecta así: "La educación es el arte de conducir al niño por los caminos de la razón. Su deber consiste en fortalecer el cuerpo tanto como sea posible y en elevar el alma a su más alto grado de perfeccionamiento."

Elaboró una teoría de la educación donde la Actividad Física tenía un lugar. En su obra “La República”, defiende que la formación inicial del individuo debía estar consagrada al desarrollo intelectual y al cultivo del areté (espíritu que se tiene por sobresalir entre los demás), siempre en consonancia con la misión que por su condición o rango humano lo viniera determinada. Esto se traducía en que los muchachos atenienses acudían al maestro de gimnasia con el fin de que su cuerpo sirviera mejor a su espíritu virtuoso e impedir que la flaqueza física le llevara a la cobardía.

La aptitud física se convertía en algo más que un medio de supervivencia, sería un medio de desarrollo adecuado y armonioso para poder cumplir los designios del cosmos.

ARISTOTELES (384-322 a.C.). Como a Platón, a Aristóteles, también, le seducían los juegos y sus opiniones apuntaban a la educación. Era compilador de historias de atletas victoriosos. Se sabe de una placa que dejaba constancia de la gratitud de los ciudadanos de Delfos a Aristóteles y a su sobrino Calístines por haber llevado las estadísticas de los ganadores de los Juegos Píticos. En el libro octavo de la Política, se encuentran sus pensamientos respecto del juego, del deporte y de la educación.

"Estamos, por tanto, de acuerdo en que hemos de emplear la educación gimnástica y de que manera hemos de aplicarla. En efecto, hasta la pubertad hemos de utilizar ejercicios ligeros, prohibiendo regímenes duros y las tensiones violentas a fin de que nada pueda impedir el crecimiento, pues una prueba no pequeña de los entrenamientos puede producir estos resultados, de hecho en la lista de los vencedores olímpicos encontraremos sólo dos o tres personas que lo hayan alcanzado como hombres y niños, porque cuando la gente comienza a entrenarse en la juventud, la severidad y el rigor de los ejercicios les roba la fuerza. Pero cuando han empleado tres años luego de la pubertad en otros estudios, entonces es apropiado emplear el periodo siguiente a su vida en ejercicios laboriosos y en su estricto régimen de entrenamiento." Aristóteles, Obras Completas. Editorial Aguilar. Pág. 58.

Aristóteles fue competidor olímpico, era pentatleta.


En la jerarquía educativa que establece Aristóteles como base de la instrucción, se asigna un lugar al ejercicio natural combinado con juiciosas dosis de entrenamientos corporales.

Aristóteles definió a la gimnástica como la parte teórica y la gimnasia sería la parte práctica.

Historia del Deporte desde Grecia

El deporte es tan viejo como el mundo. Los primeros pobladores de nuestro planeta, cuyos medios de subsistencia dependían en gran parte de su fuerza muscular, es lógico que se dieran cuenta de la necesidad del ejercicio físico. Además, el juego o deporte es en el hombre una necesidad fisiológica que se manifiesta por el deseo de alternar en la vida los actos de utilidad inmediata con los de goce desinteresado y de emulación, dando cauce a un sobrante de energías, cuyo desarrollo solaza el espíritu y restaura las fuerzas perdidas del organismo.

Para no hablar de tiempos prehistóricos, ni de la danza como ejercicio físico en la edad de las cavernas, recordaremos que muchos bajos relieves demuestran que los egipcios, 4.000 años a. de J. C. practicaban ejercicios como la carrera, el salto, la lucha y otros de sorprendente analogía con los deportes actuales. En esa misma época los hindúes practicaban la lucha, y después las leyes de Manú elevaron la gimnasia a una obligación religiosa. En China, la secta religiosa congfu, 2.800 a. de J. C., impone a todos sus adeptos una verdadera gimnasia, con movimientos respiratorios, masajes, fricciones e hidroterapia. Y los japoneses, en todos los tiempos han practicado el jiujitsu.

A pesar de todo, en Grecia fué donde por vez primera los ejercicios físicos se convirtieron en institución que, incorporada a la vida nacional, tiene significado educativo, estético y religioso. En Grecia se logró el doble fin del depone, que es dar esparcimiento al espíritu, ejercitar la voluntad y dar belleza pujante al cuerpo.

La cuna de nuestra civilización es Grecia, y en materia de deportes fueron los griegos los que mejor penetraron en el valor humano de los ejercicios físicos. Ellos comprendieron muchos siglos antes que Emerson la verdad de la máxima del escritor norteamericano de que el hombre necesita ante todo ser un "buen animal".. La perfección humana se logra cuando se alcanza una mente sana en un cuerpo también sano.

La gimnasia era un elemento característico de la formación del joven griego. Desde la infancia hasta la adolescencia, se practicaban actividades físicas en forma obligatoria y esa práctica es uno de los rasgos dominantes de la vida griega. Dondequiera que se implante el helenismo aparecen gimnasios, siendo estos los centros de mayor importancia en la vida de los helenos, estadios, donde se desarrollaban las principales actividades de los juegos panhelénicos instalaciones deportivas. El deporte, para los griegos, no solo es un entretenimiento apreciado; es una cosa muy seria, que se relaciona con un conjunto de preocupaciones higiénicas y medicinales, éticas y estéticas a la vez.

La educación física era uno de los aspectos esenciales de la iniciación en la vida civilizada de la educación. De ahí el lugar naturalmente preponderante que ocupa en el programa de la "efebia", escalón superior de la educación de las clases dominantes. Sin embargo, no parece que estuviese reservada a estos adolescentes ya mayores, ni que éstos la descubriesen en la víspera de su ingreso en la vida adulta.

Desde la época arcaica, Grecia conoció la existencia de concursos atléticos y, por consiguiente, una educación física para los niños. Se sabe con certeza que los niños en edad secundaria recibían este tipo de formación deportiva: tal es, evidentemente, el caso de Egipto, donde la "efebía" comenzaba a los 14 años. Pero también ocurre lo mismo en otras partes: en Pérgamo nos encontramos con un gimnasio para niños, distinto de los que usaban los adultos, jóvenes y efebos. En algunas ciudades del mundo griego, un "gimnasiarca" especial se ocupaba de ellos y en todas partes se le brindan formas de competencia. Se trata de concursos "municipales" dedicados a la infancia y juventud de la ciudad.

Esta forma de educación era impartida en Esparta a niñas y jóvenes, en pie de igualdad con los varones. La educación física helenística se dirigía, por tanto, a una clientela tan vasta como variada; más, no parece que en todos los casos la pedagogía estuviese muy diversificada conforme al sexo y a la edad: se nos dice a lo sumo, que los niños eran sometidos a ejercicios más ligeros que los reservados a los efebos; las pruebas deportivas de las jóvenes eran también menos duras que las de los efebos.